Alfonso Díez, CEO UGROUND: “Tenemos que industrializar el cambio tecnológico, no debe basarse en la artesanía ni en la casualidad”

La adecuada gestión de las relaciones entre las empresas hace más necesaria la presencia de actores como Atlas Tecnológico, que actúan como conectores entre clientes y proveedores para fomentar la colaboración, y es el asunto que centra la conversación entre el CEO de UGROUND, Alfonso Díez, y el socio fundador de FOM Insights, Pablo Oliete.

Pablo Oliete.-Alguna vez has comentado, y en Atlas Tecnológico estamos convencidos de ello, que es clave abordar el territorio interempresarial y no exclusivamente el intraempresarial.

Alfonso Díez.- Justamente; no se trata ya de vender cosas para el interior de la empresa, sino de conseguir que las empresas mejoren sus relaciones y se hagan más visibles en el mercado. Es un territorio no tocado, las empresas desean ser vistas, desean encontrar con quién trabajar, buenas relaciones, buenos clientes. Cuando se intenta resolver el problema empresa a empresa, individualmente, es muy difícil y para las pymes es sencillamente imposible, porque no tenemos los medios. Pero cuando creas, no exactamente una red social, sino una estructura profesional basada en capacidades, puedes empezar a movilizar a mucha gente para que se encuentre.

Pablo Oliete.-En julio de 2020 te hablé de lo que pretendíamos con Atlas Tecnológico. Ha pasado ya un año y eso nos permite hacer un primer balance.

Alfonso Díez.- La motivación del atlas de tecnologías que planteabas es cierta: nadie sabe dónde están las cosas. Necesitamos pintarlas, ponerlas en un mapa, saber quién está haciendo qué y dónde. Pero el atlas tenía que ser algo que no fuera el enésimo catálogo de empresas y de productos. Tenía que ser algo más que simplemente una relación de empresas. Sí percibía la necesidad, pero no vi cómo ibas a salirte con la tuya sin crear algo que tenga un modelo económico viable. Y mi sorpresa es que lo has ido construyendo de una forma que tiene sentido. Me gusta el producto final. Si consigues que lo que hay en medio de las empresas, las iniciativas, las necesidades, las personas, se cruce de alguna forma, pero no como un mercado ni como un catálogo, sino como un mecanismo de creación de valor e innovación, de búsqueda de buenas relaciones de largo plazo, con sentido, en las que puedes profundizar, la iniciativa tiene un valor enorme. No estás nunca dentro de ninguna empresa en particular, sino cubriendo un problema general de la economía. […]

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